La procesionaria, es una de las mayores plagas que afectan a nuestros pinos y para la que existen muy pocas soluciones.
Esta plaga es muy peligrosa para nuestros perros, ya que el simple contacto con una zona por donde han pasado o donde se haya caído un nido y queden restos de las orugas, puede provocar una nefasta reacción en nuestro perro, pudiendo llegar a ser mortal en algunos casos.
La procesionaria más frecuentemente implicada es la del pino (Thaumetopoea pityocampa). Las orugas tienen pelillos urticantes en arpón que contienen un veneno muy irritante llamado thaumatopoyeína.
Todas las partes del cuerpo que hayan estado en contacto con las orugas presentarán síntomas, siendo mayormente la cavidad bucal y cara de los perros las zonas más afectadas.
Los síntomas aparecen muy rápidamente (en pocos minutos). Si los síntomas se localizan en la cavidad bucal, se produce hipersalivación, vómitos, edema y cianosis (la lengua duplica su volumen y se vuelve azul) e inicio de necrosis (muerte de los tejidos) en los sitios en que se implantaron los pelillos.
Además, podemos observar: afecciones oculares (conjuntivitis y queratitis), problemas cutáneos, con edema y necrosis, problemas respiratorios cuando hay inhalación de pelillos y, en ocasiones, también síntomas generales: postración y shock, siendo éste último bastante raro
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¿QUÉ DEBO HACER CUANDO ESTO OCURRA?
Es urgente la atención veterinaria.
Si actuamos con rapidez y la zona afectada no es muy extensa ni afecta a órganos vitales, el pronóstico suele ser favorable sin afectar por regla general a la calidad de vida del animal.