Parvovirosis canina

Parvovirosis canina

¿EN QUÉ CONSISTE ESTA ENFERMEDAD?

La parvovirosis se trata de una enfermedad producida por un virus cuyo síntoma más característico consiste en diarreas muy abundantes y en la mayoría de los casos sanguinolentas.

 

El virus se distribuye mundialmente y ataca principalmente a perros jóvenes no vacunados o que no hayan ingerido suficiente leche materna en las primeras horas del nacimiento. Algunas razas como el Rottweiler, Dobermann, Galgo español y Springer spaniel son más propensas a padecer la enfermedad.

 

¿CÓMO SE CONTAGIA MI PERRO?

El parvovirus es altamente contagioso y se elimina a través de las heces de los animales infectados. Para que nuestro perro coja la enfermedad tiene que haber contacto oral con heces contaminadas por  parvovirus. Esto puede ocurrir a través de nuestras manos, calzado, ropa o cualquier otro material  contaminado con material fecal.

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¿CÓMO SÉ QUE MI PERRO ESTÁ INFECTADO?

Nuestra mascota empieza a mostrarse triste, sin apetito, vomita, tiene diarreas abundantes y  adelgaza mucho en muy poco tiempo.

Para diferenciarlo de una gastroenteritis; cuyos síntomas son similares, existen unos tests que detectan el virus a partir de una muestra de sangre o heces del perro.

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¿QUÉ TENGO QUE  HACER SI MI PERRO ESTÁ INFECTADO?

Las medidas que debemos tomar son varias:
1.    Acudir al veterinario en cuanto detectemos algún síntoma de enfermedad, ya que el parvovirus actúa con bastante rapidez. El perro se deshidrata rápidamente por las diarreas y los vómitos pudiendo tener consecuencias fatales en muy poco tiempo. Con lo que una rápida actuación es vital para nuestro perro.
2.    El parvovirus es muy contagioso con lo que debemos separar al animal de los hermanos si los hubiere o de otros animales.
3.    Debemos realizar una limpieza exhaustiva con lejía de todos los objetos y lugares en los que haya podido tener contacto el animal infectado.

 

¿PODRÍA HABERLO EVITADO?

La prevención del parvovirus canino se realiza mediante la vacunación del cachorro y perro adulto, y manteniendo la higiene de los lugares en que los perros viven y pasean. El programa de vacunación debe decidirlo el veterinario y debe ser seguido estrictamente para reducir el riesgo de contagio. Aún así, algunos perros vacunados contraen el parvovirus canino, por lo que la higiene no debe dejarse de lado.